Hace pocos días me encontré con Ana Belén Jarne, joven y alegre profesora de Educación Física… que vuelca en su trabajo toneladas de energía y buen hacer, y que empatiza mucho y bien con su alumnos. Hablamos de una experiencia que habían realizado en la que participó el alumnado, el profesorado y demás trabajadores del instituto. Os invito a verla en:
https://www.youtube.com/watch?v=Xx7j5KYvujM
También hablamos del bolg y de los contenidos del mismo, de la necesidad de sustentar en bases teóricas conscientes y sólidas (si algo se puede considerar “sólido” en educación) la práctica diaria en clase.
Posiblemente con los años uno va interesándose, más y más, en saber los “entresijos” y las razones de su actuación; con el único interés de conocer mejor “lo que se esconde” y de disfrutar más lo que vive en el aula día a día.
Las recetas son recetas. Luego hay que saber cocinarlas y sacar de ellas el mejor sabor. Cuando el docente tiene en sus manos una propuesta de aprendizaje que hacer a sus alumnos, además de conocerla bien antes de aplicarla, ha de saber conducirla para alcanzar lo que pretendía con ella. Ahí es donde “uno se la juega”. Si bien es importante presentar adecuadamente la propuesta, luego generalmente hay que intervenir. Esa intervención del profesor es capital para dirigir la mirada de los alumnos a lo que se pretendía conseguir. Y ahí es donde “el saber preguntar” o a veces permanecer en silencio expectante, el ayudar al alumnado a extraer ideas para actuar con eficacia, el saber modificar la propuesta inicial a través de variables para centrar más y mejor la actividad, etc…adquieren capital importancia.
Para conducir adecuadamente una situación de aprendizaje hay que conocer bien la actividad, su “lógica interna”. Si hablamos de expresión corporal habrá que tener una estructura más o menos clara de «cómo funciona» y de los aprendizajes que pretendemos adquiera nuestro alumnado concreto. Entonces es cuando nuestras preguntas, silencios y sugerencias en clase, como decía, tendrán un sentido, una intención. Para mí ha sido y sigue siendo un gozo vivir esta dinámica, ser cada vez más consciente de hacia dónde van las cosas, del recorrido que ellos, los alumnos, van haciendo en el aprendizaje para poderles ayudar más y mejor a aprender. Saber observar lo que ocurre, lo «que se cuece», es fundamental para poder intervenir.
Este blog como decía en el inicio del mismo, quiere aportar recursos y reflexiones sobre Educación Física, área que a lo largo del tiempo he ido descubriendo su amplio poder EDUCATIVO.